Todos buscamos
la felicidad.
Pero afuera solo hay
placeres pasajeros
y muchas penurias.
Dentro parece estar
la dicha permanente.
Aunque si buscamos dentro
como buscamos fuera,
esto es, con los pensamientos.
Encontraremos dentro
lo mismo
que encontramos afuera,
placer pasajero y penurias.
La dicha permanente
aparece cuando retiramos
la atención de los pensamientos
y dejamos que se
funda con nuestro interior.
Si insistimos,
la vida cotidiana se irá
tiñendo de dicha y de paz.
Hasta que dentro
sea también espontáneamente
fuera, en la plenitud
que siempre fuimos.