1982.- Retirarles. (7 may 2025)


Nos parecen
deseables las vidas
de aquellos
a quienes admiramos
y una estupidez
las de todos los demás.

Y es que vivimos
desde el pensamiento,
que necesita
compararlo todo
con los conceptos
y creencias formados
con sus conocimientos.

Para poder nombrarlo
e identificarlo todo,
interpretando así
subjetivamente la vida
personal de cada uno.

Y logrando sostener
su ilusoria continuidad
a través de la persona.

Hasta ahí todo bien,
un juego intelectual
que dibuja una realidad
aparente en la
que divertirse
y experimentar.

El problema llega
cuando nos identificamos
con esa persona
y su cuerpo,
dejando el resto
de la manifestación
fuera de nosotros.

Y comenzamos
a manejar esa dualidad
con los pensamientos.

Que con su interminable
diálogo interno,
nos dictan cómo vivir
aunque el resultado
no siempre nos favorezca.

La única liberación
definitiva es ser libres
de los conceptos
del pensamiento.

Y para eso, solo hemos
de retirarles nuestra
atención
y nuestro interés
y no prestárselos
nunca más.