Nos cuentan que una cosa
es el mundo real
y práctico de todos los días.
Y otra el tema espiritual
que va más traído por los pelos
y que depende de la fe
y de las creencias de cada cuál.
Teniendo poco que ver
con lo material,
donde se desarrollan
verdaderamente nuestras vidas.
Y como aquí en el mundo
se trata de sobrevivir
y de llegar a ser.
Espiritualmente creemos
que será algo similar,
así que algunos pocos
desencantados de la sociedad.
Nos lanzamos a aprender,
a recibir lecciones,
a practicar qué sé yo
cuantas cosas raras
y añadimos lo que
vamos logrando
a nuestro
currículum terrenal.
Pero, qué o quienes
somos en realidad?
Desde dónde hacemos
todas esas cosas?
Quién o qué percibe
e interpreta en nosotros?
Dónde estamos?
Qué es morir?
Y qué haremos
entonces?
Son estas cuestiones
solo problemas espirituales
de religiosos y filósofos,
que nada tienen que ver con
nuestra realidad cotidiana?
Reconocer nuestra
verdadera naturaleza,
acaba con todas las dudas
y con cualquier diferencia,
dejando solo plenitud,
dicha y paz.