Nunca sabremos lo que somos,
mientras dormimos profundamente.
Como tampoco sabremos nunca,
lo que éramos antes de nacer
o después de la muerte.
Aunque eso sea
exactamente lo que
verdaderamente somos.
Pero no lo somos,
para averiguar
qué es lo que somos.
Sino para dejar de creer
ser algo distinto
y simplemente ser
lo que ya somos.
Lo que somos en vigilia,
no es lo que
verdaderamente somos.
Sino la persona o ego,
que erróneamente
creemos ser.
Cómo entonces,
desde quien no somos,
desde la vigilia,
vamos a saber
lo que realmente
somos?
No podemos.
Pero sí podemos
abandonarnos
a serlo.
