El Ser no es un ser más,
porque solo es uno.
O mejor dicho,
no dos.
Y no posee
esencia propia.
Porque no hay
esencia ajena posible,
sino solo vacío.
La consciencia
que es consciente,
no puede ser diferente
de lo que solo es.
Por lo tanto,
la consciencia y el Ser
son también lo mismo.
Forma y movimiento
son ilusiones de la mente,
que es el Ser también.
Por eso,
la iluminación suprema
es ver el Ser en todo.
La fusión
del imaginario ego,
en el real,
no dual y vacío Ser.