Desde pequeños, nos enseñan
que somos la persona
que lleva nuestro nombre.
Como lo son todos
los que nos rodean.
Y que tenemos
que pensar para vivir.
Nadie se imagina,
que esto
es un enorme
error colectivo.
Que es la causa
de toda la inseguridad,
ansiedad y sufrimiento
de la existencia.
Por eso, como mucho,
nos esforzamos
por mejorar la situación
y la vida
de nuestro personaje.
Solo si escuchamos
que nuestra naturaleza
no es la persona,
ni la mente, ni el cuerpo,
o al menos lo dudamos.
Puede toda la enseñanza
de los maestros
de todos los tiempos.
Ayudarnos a salir
del error catastrófico
de creer ser lo que no somos,
señalándonos cómo hacerlo.