1882.- Arrastra.


A nadie le importa
que despertemos
o sigamos dormidos.

En realidad, no hay
nadie allá afuera,
ni siquiera hay un afuera
que no esté también
dentro de nosotros.

Podemos luchar
durante toda la vida
contra el mundo.

Para al terminar
perdiendo la batalla
final ante la muerte.

O darnos cuenta
de lo que
realmente somos.

Y acabar con los
bordes cortantes
de una realidad.

Que ni controlamos
ni comprendemos.

Pero que nos arrastra
a la incertidumbre,
sin que podamos evitarlo.