1842.- Mejorar.


Muchos intentamos
mejorar personalmente,
pasando del materialismo
a la espiritualidad.

Creyendo que así,
evitaremos todo lo malo
y lograremos
la felicidad permanente.

Por eso, nos embarcamos
en todo tipo de
creencias y prácticas.

Que como mucho, nos pueden
aliviar momentáneamente,
o aligerar el peso
de nuestro karma personal.

Pero la persona,
es una creación
del pensamiento.

Y como tal, nace,
vive siguiendo el karma
entre los pares
de opuestos y muere.

Por lo que no puede
evitar el sufrimiento,
que provoca que la vida
no se ajuste a sus deseos.

La solución, no es
iluminar a la persona,
ni llevarla a un
nirvana celestial.

Sino darnos cuenta,
de que no somos
esa persona.

Que la persona, es solo
una creación más del pensamiento,
una parte imprescindible
de la interpretación del mundo.

Pero que nuestra
naturaleza es otra.

Que somos uno con todo
y que podemos vivir
en plenitud, alegría y paz
sin identificarnos con la persona
que lleva nuestro nombre
y nuestra historia.

Y sin seguir
los pensamientos,
que incesantemente
vienen y van.

Entonces, la mente original
toma el mando,
todo recupera el lugar
que espontáneamente
le corresponde.

Y la persona con su historia,
su cuerpo y sus pensamientos,
se ajusta al fluir
natural de la existencia.

Encontrando así, sin esfuerzo,
su camino particular en paz.

Entre las montañas,
el cielo y el mar.