Si lo comprendemos,
nos habremos convertido
en quien lo comprende
y habremos errado
de nuevo el tiro.
Porque volveremos
a percibir el mundo,
el universo y todos los seres,
como ajenos.
Y si no lo comprendemos,
seguiremos engañados
creyendo ser lo que no somos.
Es muy delicado
dejar de ser,
sin volver a ser
de nuevo por ello.
