2048.- Dejarlo atrás. (16 sep 2025)


La consciencia aparece
en nosotros sin buscarla.

Y se identifica natural
y automáticamente
con la forma del cuerpo.

Creándose la persona
que lleva nuestro nombre
y nuestra historia personal,
que llamamos ego.

Y que actúa en el mundo
buscando la felicidad
guiada por los pensamientos.

Hasta que muere y por lo visto
la cosa vuelve
a empezar interminablemente.

Pero, de dónde
surge la consciencia?

De donde antes
no había consciencia,
que es su origen
y a donde regresa
tras la muerte.

Desidentificarse del cuerpo
es desidentificarse de la persona.

Y darnos cuenta
de que ambos son nuestros,
pero que no somos
ninguno de los dos.

Eso nos sitúa de nuevo
en la consciencia
que primero apareció.

Que es nuestra
residencia provisional,
donde podemos seguir
viviendo sin necesidades
en dicha, plenitud y paz,
lejos de las cuitas y el destino
de la persona y el cuerpo.

Hasta que estos desaparezcan
y volvamos a casa sin más.

Y dónde quedan los estímulos
y las experiencias
de la existencia?

Todo eso nos sirve
mientras nos sirve.

Cuando ya no nos llena
nos causa más sufrimiento
que placer.

Simplemente se deja a un lado
con la persona y el cuerpo
entregándolo todo al devenir.

De todas formas, tras la muerte,
todo eso hay que dejarlo atrás.