Es como cuando
nos cuentan
una historia que no es.
Llegamos allí
y las cosas no nos encajan,
todo parece diferente
a como nos lo contaron.
Pronto averiguamos
lo que pasa en realidad
y de repente, todo encaja
a la perfección.
El pensamiento
es el que nos
cuenta su historia
vieja e interesada.
Por eso,
solo cuando
le retiramos
la atención.
Nos permite verlo
todo tal y como es.