1880.- El original.


Todo lo pendiente por hacer y
todos nuestros compromisos,
son cosas del pensamiento.

Igual que los deseos que
tenemos y la resistencia
a desprendernos
de algunas cosas y gentes.

Se nos ocurre algo,
o lo encontramos por ahí
y empezamos a alimentar
los pensamientos
en esa dirección, hasta
percibir sin querer
sus contenidos, como parte
del mundo y la vida
que vivimos.

No hay más karma que ese,
sacar una bola de la bolsa
común y echarla a rodar
esperando que acabe
concediéndonos algo
de felicidad.

Pero son solo pensamientos
que también se podrían
ignorar y que al final,
tarde o temprano acaban
en nada.

Por eso, cuando retiramos la
atención y el interés de los
pensamientos y dejamos de
seguirlos, el karma pendiente
se suaviza.

Dejándonos solo la naturaleza
original que dio nacimiento a
nuestro cuerpo y a nuestro yo
y que serpentea serena como
un río cuyas aguas son
la alegría, el gozo y la paz.