Quien ha reconocido
su verdadera naturaleza,
jamás puede engañarnos
al señalárnosla.
Pues solo relata a su manera,
lo mismo que todo aquél
que la ha reconocido
relata también
Ya que nuestra
naturaleza original,
es siempre
y en todos la misma.
Pero el camino
que cada uno sigue,
o la forma en que
se da cuenta de ella.
Es diferente en cada caso
y suele aparecer
espontáneamente
por afinidad.
Adecuándose a las
necesidades de
cada cual.
Todo el que aconseje
mantener un estado
de ser determinado
o rechazar unas cosas
para conservar otras.
Está engañado aún
y seguirle será inútil.
Pues solo
abandonándolo todo,
despertamos al origen.
Y comenzamos desnudos
a vivir verdaderamente
en plenitud.