En este blog,
solo encontrarás
que al final no hay nada
y que nada puede
hacerse con ello.
Porque esa es
mi experiencia,
eso es lo que
he experimentado.
Y aunque mis personajes
se empeñaran
en decir otra cosa,
no les comprendería.
Pensamos un mundo
y acabamos
viviendo en él.
Rechazarlo es la muerte,
o al menos
una muy mala vida.
Dejarnos arrastrar
por su trama y sus personajes,
solo acarrea
ansiedad y sufrimiento.
Pero darse cuenta
de que es una ilusión real,
nos permite disfrutar
de la vida casi sin límites.
Abandonando toda
intención vacía,
de abarcar o comprender
lo que sea que seamos.