1838.- Al final.


En este blog,
solo encontrarás
que al final no hay nada
y que nada puede
hacerse con ello.

Porque esa es
mi experiencia,
eso es lo que
he experimentado.

Y aunque mis personajes
se empeñaran
en decir otra cosa,
no les comprendería.

Pensamos un mundo
y acabamos
viviendo en él.

Rechazarlo es la muerte,
o al menos
una muy mala vida.

Dejarnos arrastrar
por su trama y sus personajes,
solo acarrea
ansiedad y sufrimiento.

Pero darse cuenta
de que es una ilusión real,
nos permite disfrutar
de la vida casi sin límites.

Abandonando toda
intención vacía,
de abarcar o comprender
lo que sea que seamos.