1816.- Volver.


Reconocida nuestra naturaleza verdadera,
por qué no dejarnos ir en la ilusión
de un mundo que parece real sin serlo?

Por qué no dejarnos llevar
hasta las lágrimas?

Por qué no disfrutar de esos árboles
moviéndose al viento?

Del calor del sol
en el rostro?

De la excitación efímera
del sexo?

De la satisfacción
de lograr lo deseado?

Y por qué rechazar
esos pequeños
contratiempos
y desengaños.

Si sabemos que
en cualquier momento,
podemos salir por la puerta
de la atención
y dejarlo todo atrás?

Abandonar para volver,
vaciar para llenar otra vez.

Darle la espalda a la vida,
para regresar siendo uno con ella
a disfrutar de la experiencia única
y maravillosa de vivir.