La liberación no tiene nada que ver
con lo que como personas
venimos buscando en la filosofía,
la espiritualidad, la religión
y tantas otras disciplinas meditativas
o sagradas que encontramos por ahí.
La liberación es desidentificarnos
de los contenidos
del pensamiento conceptual,
de los que nuestra atención
vive pendiente.
Y dejarla fluir en libertad
sin que se quede atrapada
en nada nunca más.
Esto no da oportunidad
al pensamiento
de comprender nada.
Ni a la persona que creemos ser
de lograr lo que pretende.
Simplemente se recupera
el funcionamiento original
de la mente.
Y todo encaja
a la perfección sin más.