1784.- Maestro. (5 abr 2024)


Si yo fuera un maestro reconocido
y te dijera que restases importancia
a los pensamientos y recogieras
tu atención de allí donde
se encuentre enfocada.

Para depositarla en tu yo soy desnudo,
y permaneciendo así dejaras que la vida
se desarrollara a su aire ante ti.

En vez de tener que decidir constantemente
cómo actuar para sobrevivir y prosperar.

Si tú me creyeras y confiando en mi consejo
lo llevarás a cabo de todo corazón.

El sufrimiento habría terminado,
la muerte ya no llegaría jamás
y estarías sentado junto a mi
y junto a todos los que reconocieron también
su verdadera naturaleza y se abandonaron
al gozo de experimentar
la existencia sin más,
en toda su plenitud desde la mente original.

Pero yo no soy maestro de nadie,
solo me expreso libremente
y comparto mi experiencia.

Como también me pasó a mi,
asumo que los hábitos que nos llevan
a seguir los dictados de los pensamientos,
no son fáciles de revertir,
aunque mi mensaje es que sí es posible
y cualquiera puede hacerlo
si insiste lo suficiente en ello.