Nuestra adorada realidad
es como cuando,
es como cuando,
mirando una nube.
Creemos ver una cara aquí,
Creemos ver una cara aquí,
un caballito allá,
o un pez nadando en el mar.
o un pez nadando en el mar.
Lo único que vemos
son nuestros propios conceptos.
son nuestros propios conceptos.
Pero allí no hay más que una nube.
Y esa nube no para de cambiar.
Y nunca llega a ser nube,
ni lo deja de ser.
ni lo deja de ser.
Porque esa nube no es ná.