218.- La sonrisa.



No ser nadie no es tan malo,
ni me hace tan diferente.

Ando por ahí
igual que todos.

Visto, pienso
y hablo parecido.

Hago también
alguna cosilla
para ganarme la vida
y al final me duermo.

Lo más extraño de mi
puede que sea
que jamás pierdo la sonrisa.