198.- Casi nadie.



Es una gozada ir por ahí
sin casi nadie dentro.

Sin tiempo de interpretar
la percepción.

Sumido en un acontecimiento
único e interminable.

Las ideas, las cosas, la gente.

Todo pasa a través
de uno sin dejar huella.

Apenas una fugaz sonrisa
que acepta sin retener.

O una leve incomodidad pasajera
que no rechaza el sufrir.