No todos dividimos el todo
en las mismas partes
y mucho menos las nombramos
y definimos igual.
Así, enfrentamos
un soberano problema
cuando tratamos
de señalar la mente,
la consciencia, la muerte,
o el karma.
A veces cambiamos
de enseñanza y parece
que hemos cambiado
también de mundo.
Porque casi tenemos
que empezar a aprender
sus términos desde cero.
Solo se ponen de acuerdo todas,
en la diferencia que existe
entre seguir los pensamientos,
o no.
Annque naturalmente,
cada una lo expresa
de su manera única.