Nuestra naturaleza,
es lo que todos
somos en origen.
Pero que pocos reconocemos,
porque no nos
percatamos de ella.
Ya que estamos
permanentemente pendientes
de los pensamientos
y del mundo.
Hemos de detenernos,
recoger la atención
en nuestro interior
y buscar lo que somos.
Entonces, igual
que hacia afuera
encontramos un vestido,
una pareja o un trabajo,
si lo buscamos con empeño.
Dentro encontraremos,
cada uno a nuestra manera
y sin falta, lo que
verdaderamente somos.
Si una vez allí
le damos nombre,
nos quedaremos
aún a distancia.
Y si nos apegamos
al vacío que aparezca,
malgastaremos
la oportunidad única
que se nos presenta.
Pero si vamos hasta el final
todo regresa,
esta vez por sí mismo,
a su exacto momento
en su preciso lugar.