2008.- Percibir. (28 jun 2025)


La interpretación automática
que los pensamientos
hacen de las cosas,
de los comportamientos
de las personas
y de los acontecimientos
del mundo.

Está basada en los contenidos
acumulados desde siempre
en cada uno de nosotros,
a través del aprendizaje
y nuestras experiencias
particulares, que forman
la persona que todos
creemos ser.

Esta interpretación
a la que nos apegamos,
determina y nos muestra
que algo es bueno o malo
para nosotros
y por tanto deseable o no.

Lo que nos despierta
determinadas emociones
que nos llevan a actuar,
generando consecuencias
que nos proporcionarán
más contenido que almacenar.

Desprovisto de la interpretación
personal de cada uno,
el mundo es como es
y encaja perfectamente,
sin causarnos por ello
sufrimiento alguno
ni falta de felicidad.

Sin pensamientos, no hay
interpretación posible
del mundo.

Por eso, cuando les retiramos
la atención y el interés,
dejamos de tener
que forzar a la vida
a adaptarse a nuestro tamaño
y al color de nuestros contenidos.

El sufrimiento que
lo no deseado nos causa
desaparece y deja
de faltarnos lo deseado,
el placer y la efímera felicidad
pasajera que nos aporta.

Queda solo percibir
en permanente estado
de dicha y de paz.

En un mundo que nos contiene
y encaja siempre espontáneamente
por sí mismo a la perfección.