Mientras la vida nos va bien,
todos queremos hacer cosas
y vivir experiencias.
Pero cuando empieza a torcerse
y la insatisfacción y la impermanencia
asoman por entre los placeres
y triunfos del pasado,
todos buscamos una solución.
Entonces nos topamos
con las consecuencias
de todo lo hecho,
dicho, pensado y sentido.
Que como hiedra, nos atrapa
en nuestra propia historia personal.
A la que muy pocos somos
capaces de renunciar,
para recobrar la liberación original
de nuestra verdadera naturaleza.