1877.- Magos.


Todos somos
magos maravillosos.

Que convertimos
aquellos pensamientos
y conceptos que aceptamos
como creencias.

En algo que percibimos
como un mundo externo.

Donde nuestro personaje
está también presente
en el cuerpo,
e interactúa como parte
de nuestra propia creación.

Pero lo hemos
olvidado.

Por eso,
creemos ser el personaje.

Y damos por sentado
un mundo objetivo
ajeno a nosotros.

En cuya formación
no tenemos nada que ver.

Reconocer nuestra
verdadera naturaleza,
es resolver este dramático error.

Y volver a ser el Dios a cargo
de la Creación del Universo,
que nunca hemos dejado de ser.