Hay quien al escuchar
que la liberación del sufrimiento
consiste en retirar la atención
y el interés de los pensamientos,
y dejar a la mente
original a cargo de todo.
Inmediatamente se pone a ello
y vive en la iluminación suprema,
disfrutando con
la atención en libertad.
Pero la mayoría,
necesitamos convencernos
de que es así de sencillo,
o tenemos demasiadas
cosas pendientes,
como para siquiera
plantearnos dejar a un
lado los pensamientos
que sostienen la vida
que nos hemos construido.
Por eso, existen prácticas
para ablandar
el personaje y su mundo,
hasta que nos permita liberarnos
de las ilusiones del pensamiento.
Pero el hecho de retirarnos
de los pensamientos
y hacerlo sin más,
es igual para todos siempre.
Y no da lugar
a ningún estado beatífico
estable o permanente.
Pues siempre
podemos volver
a dejarnos pensar,
o no.