El karma no es nada
sin nosotros.
No es ni siquiera
un pensamiento,
o un sentimiento.
Ni una sensación
o un recuerdo.
A pesar de ser
la fuerza que sustenta
la vida y la sostiene.
Su única forma posible
somos nosotros.
Y su única posibilidad
de seguir adelante
vida tras vida.
Son nuestra intención
y nuestras acciones.
Por eso vive en nosotros
y nuestra vida
no es sino karma.
Intelectualmente
extraído a base
de conceptos.
Desde la inmensidad
serena e infinita
del mismo vacío.