1444.- Perturbación.

 
La vida es en realidad
una perturbación
del estado de calma
y tranquilidad
que realmente somos.
 
Dejamos que se altere la paz
y la profunda serenidad
de nuestra naturaleza.
 
Y absorbidos por
los estímulos de la percepción
que jamás cesan
mientras dura la existencia.
 
Buscamos equivocadamente
entre ellos el gozo
inamovible y eterno
que verdaderamente hay en nosotros.
 
Reaccionando una y otra vez
al espejismo de los acontecimientos
que nos hunden más y más
en la insatisfacción de vagar
sin sentido fuera de casa.
 
La muerte resuelve todo eso
y nos devuelve al hogar
que perdimos al nacer.
 
Si todos supiéramos esto,
haríamos solo lo correcto en vida.
 
Ignoraríamos al personaje
que nace en el intelecto
y nos empuja a luchar.
 
Por lograr algo que nunca
llegamos a poseer y que al final
de todos modos se va.
 
Disfrutaríamos los fenómenos
y experiencias pasajeras
sin perder nunca la serenidad y la paz
que son nuestra verdadera naturaleza.