La sociedad nos empuja
a acometer acciones a largo plazo
que conllevan consecuencias.
Incompatibles con la independencia
y la libertad que son atributos
intrínsecos a nuestra naturaleza.
Los condicionamientos,
compromisos y obligaciones
que se generan.
Pertenecen al entorno intelectual
y nos separan de un mundo
que en realidad gira solo.
Sin necesidad de nuestra
participación activa.