Tengo todo lo que soñé,
todo lo que deseé y temí.
Algo difícil de apreciar
cuando se convierte
en una mezcla indefinida.
Algunas cosas se fueron
antes de tiempo
y otras tardaron en llegar
más de la cuenta.
Antes de que todo
se ajustara a mis deseos,
en ocasiones yo ya estaba
en otra cosa.
Y su aparición
otrora tan deseada
resultó ser
solo una carga más.
Ese trozo que quité
a veces me faltó
cuando me llegaron
el resto de las piezas.
Pero sin duda alguna
Tengo todo lo que soñé.