941.- Decido.



Otra vez
se me ha hecho tarde.

No consigo
vivir por un mañana.

Se que escribo
para mi solo.

Que no hay nadie
allá afuera.

Ya no puedo
engañarme.

Se que el autor,
el actor y la trama
son todos lo mismo.

Los condicionamientos
que en mi respeto,
por mi deciden.

Unos los dejo,
otros son solo olvido.

Me levanto,
abro la puerta porque quiero
y decido qué voy a encontrar
al otro lado del destino.

Yo conmigo mismo
en un estúpido juego
que por inercia prosigo
envuelto en el manto
silencioso de todo lo perdido.