Llegamos al final del todo,
y te aseguro que cuando
llegamos al final
del todo
sabemos que hemos
llegado al final
del todo,
y no encontramos nada.
Ni aparecemos
separados de nuestro entorno,
ni nuestro entorno está
compuesto por
otra cosa
que no seamos
nosotros mismos.
Y solo ríes.