Nuestra verdadera naturaleza original
es capaz de transformarse
en cualquier cosa perceptible,
sin límite.
Pero, para qué?
para nada.
para nada.
Por qué?
por nada.
por nada.
Y qué se consigue
con ello?
nada.
con ello?
nada.
Y si no se transforma,
qué pasa?
nada.
qué pasa?
nada.
Todo eso somos,
para nada,
por nada,
sin nada:
nada.
para nada,
por nada,
sin nada:
nada.