Nos
parece que lograr
todos nuestros deseos
todos nuestros deseos
nos va a proporcionar
la felicidad.
la felicidad.
Pero no es así.
Solo conseguimos
quedar atrapados
quedar atrapados
en las
consecuencias
de nuestros propios pensamientos,
sentimientos y acciones.
Cuando ignoramos los deseos,
acaban por irse ellos solos
y en su lugar
aparece el gozo.