223.- Las cosas del mundo.



Quiero esto,
necesito eso,
me falta aquello.

Y todo porque creo
que la felicidad,
la alegría, la seguridad, el amor
y todo aquello que quiero
sentir en mi vida
viene con las cosas.

Pero no es cierto.

Una misma cosa
provoca diferentes reacciones
en distintas personas
según en qué momentos.

Lo que sentimos está en nosotros.

Y podemos despertarlo a voluntad
en cualquier instante
y lugar de forma tan intensa
como cuando lo producen las cosas
y las situaciones del mundo.

Por qué pasar la vida
persiguiendo algo que ya tengo?

Para qué esforzarme
por obtener algo
que me haga sentir
lo que puedo sentir ya
yo solo ahora mismo?

Son las mismas sensaciones,
igual de legítimas y reales,
porque la realidad
se la doy yo al sentirlas.

Son los mismos sentimientos pasajeros,
las mismas emociones efímeras,
los mismos placeres fugaces
que vienen y van
mezclados con los pensamientos,
los deseos, el apego,
la insatisfacción y la soledad.


Si retiro mi atención de todo eso,
en su ausencia hallo el gozo.