191.- La paz.



El apego a las situaciones,
 las gentes o las cosas
que naturalmente se iban.

Y el deseo por vivir
alguna vida imaginada
distinta a la que tenía.

Afearon mis sentimientos
en algunos instantes
de mi existencia.

Pero ahora que por fin
soy libre de mí mismo.

Me siento feliz
y sobre todo agradecido.

No sabía si saldría bien
la aventura de soltarme,
pero quise creer que sí y así fue.

Qué tiempo más maravilloso
este de la vida.

Qué emoción más profunda
y qué paz.