Basta ya de vivir la vida de otro,
de sentirme siempre insatisfecho,
de buscar sin encontrar,
de añoranzas del pasado.
Se me escapa la vida
mientras me preparo para vivirla.
El enemigo me ha superado,
me ha hecho creer que yo soy él
y así, si le mato me muero.
Pero no es verdad,
si acabo conmigo mismo
acabaré con él.
acabaré con él.
Entonces despertaré
como de un sueño profundo
y veré que mi enemigo no era nada
y que yo tampoco.
Y todo cobra sentido.