179.- El diálogo interno.



Cuando presto atención
a mi diálogo interno,
dejo de identificarme con él
y por sí solo se para.

Entonces,
desaparece la insatisfacción
que sentía
y quería solucionar
deseando lo que me faltaba
y apegándome a lo que
naturalmente pasa
y no quería perder.

Nada me mueve ahora
a actuar para quedar prisionero
de las consecuencias
de mis propias acciones.

Y el diálogo interno
se inicia otra vez.