Si nos relajamos
y dejamos que los pensamientos
sigan sin nosotros.
sigan sin nosotros.
Si nos abandonamos
al instante que fluye
al instante que fluye
sin intentar intervenir
en sus acontecimientos.
en sus acontecimientos.
Siendo meros observadores
ajenos a la trama de la acción.
Nos sorprenderá sin querer
el gozo de la espontaneidad sin esfuerzo
y todo estará de repente bien,
como siempre estuvo en nuestra ausencia.
Sin más,
todo estará bien.
todo estará bien.