920.- Bien.



Si nos relajamos
y dejamos que los pensamientos
sigan sin nosotros.

Si nos abandonamos
al instante que fluye
sin intentar intervenir
en sus acontecimientos.

Siendo meros observadores
ajenos a la trama de la acción.

Nos sorprenderá sin querer
el gozo de la espontaneidad sin esfuerzo
y todo estará de repente bien,
como siempre estuvo en nuestra ausencia.

Sin más,
todo estará bien.