Las afirmaciones
de muchos maestros
no se entienden
muy bien.
Pero es que
no son algo
para entender.
Sino para señalar
aquello que no necesita
ser entendido.
Y la salida
de donde
todo se entiende.
Que nos mantiene
atrapados en la ignorancia
de nuestra
verdadera naturaleza.
Afortunadamente
para algunos,
despertar del sueño
de ser personas
individuales.
O vivir
con la atención
en libertad.
Es solo una opción,
no una obligación.
Y podemos pasar perfectamente
nuestras vidas
entre los contenidos
del pensamiento conceptual.
Sin darnos jamás cuenta
de lo que
en realidad somos.
Sin embargo,
ignorar lo que somos,
hace que como personas,
dejemos aflorar el deseo.
Por lo que creamos
objetos y situaciones
del mundo
que parecen faltarnos,
causándonos insatisfacción.
Cuando lo deseado
se nos resiste,
damos forma a la ira,
cuya hija es la violencia
en todas sus formas
y grados.
Así, como personas
vivimos envenenados
de insatisfacción y miedo.
Debido a la ignorancia
de nuestra verdadera
naturaleza,
al deseo y a la ira,
Mientras que
reconociendo nuestra
naturaleza verdadera,
lo hacemos en dicha,
gozo y paz.
