Puede que al nacer
nos toquen unas cartas
y con ellas tengamos
que jugar en la vida.
Pero no solo de azar
trata este juego.
También hay
conocimiento,
estrategia, experiencia
y esperanza.
Van a repartirse
más cartas
y serán muchas
las manos
que compartiremos.
Con innumerables
jugadores
todos sentados
a la misma mesa.
Y en cualquier caso
no se trata
de ganar o perder,
ni de tener mejores
o peores cartas.
Sino de disfrutar
lo máximo posible
la partida hasta
que se agote
el tiempo de vida
y debamos dejar
a otro nuestro lugar.