1240.- Percepción.

 
En cuanto introducimos en el intelecto
una intención cubierta
con sus correspondientes emociones.
 
Bien sea pretendiendo algo
o respondiendo a un estímulo determinado,
marcamos la dirección que toman
los cambios en la percepción.
 
Normalmente influyen los contenidos
de la idea de un ego estable que nos preside,
pero también puede ser la reacción espontánea
que identificamos como instinto
o respuesta biológica natural.
 
La línea imaginaria que une
un instante perceptivo a otro
se conoce como karma.
 
Llamamos pasado a la parte
que ahora recordamos
y futuro a la que ahora proyectamos
como consecuencia esperada
de este presente en el que creemos estar.
 
Pero que en realidad es solo la consciencia
de un efímero acontecer
que parece permanecer
sin jamás detener su devenir.
 
Que simula atravesar generaciones
de gentes que nacen, crecen y mueren
heredando las consecuencias impersonales
de sus propios pensamientos,
sentimientos y acciones.
 
Sin darse cuenta de que en realidad
únicamente son la forma
que esas fuerzas toman
y que se representan en la percepción.
 
Percepción sin sujeto,
sin objeto ni meta,
sin nada más dentro ni detrás.
 
Efímera y fugáz percepción.