968.- Muy feliz.



Aborrezco ser yo mismo.

 Nada me aburre más
que ser lo que he sido,
o lo que creo que estoy siendo.

Prefiero regresar al origen
y comenzar de nuevo cada día,
arrastrando apenas aquello
imprescindible que
me hace sentir bien,
pero solo lo más sencillo:
comer, dormir, asearme, reír,
cantar, algo de actividad física,
mi trabajo y poco más.

Aunque se perfectamente
que esto es mi ego,
mi personaje al que no
tengo apego alguno
y en el que todo
se puede cambiar,
simplemente me dejo ir.

Pretendo e intento
solo lo esencial,
lo que me resulta
imprescindible para seguir
respirando en paz.

Y así soy muy feliz.