982.- Claramente.



En cuanto damos algo por sentado
y aceptamos que ese algo existe,
el resto se monta solo y nos atrapa.

Hay que caminar sobre la cuerda floja,
sin cuerda y sin nadie que camine por ella,
mientras nos desplazamos
por la dichosa cuerda
sabiendo que no vamos a parte alguna.

Entonces podemos ver claramente.