997.- Alivio.



Cuando empezamos a dejar
que todo ocurra sin reaccionar
para que lo haga a nuestra manera,
o en nuestro beneficio,
la cosa suele ponerse negra
para el ego que se desespera
y nos llena de ansiedad.

Pero a medida que su falso castillo
se va desmoronando,
comenzamos a sentir el alivio
que llega cuando dejamos
que nuestra naturaleza
se exprese espontáneamente
y nos devuelva la paz
y el gozo que habíamos perdido
en la inútil lucha
por satisfacer nuestros deseos.