903.- Ego.



El personaje que llamamos ego
no puede hacernos nada porque no existe.

Como en una novela
cuyo autor lo hubiera creado,
se alimenta de lo sucedido hasta aquí
y hace lo que todo eso le dicta hacer,
pero fuera de la obra no es nada más
que una invención del escritor.

El ego no es nada, nadie,
la realidad se la damos nosotros
al creer que somos él, aunque no lo somos.

Nos identificamos con lo que fuimos e hicimos 
y con lo que seremos y haremos,
con todas las valoraciones que hacemos
sobre las relaciones con los demás y el mundo,
como si todo estuviera aquí permanentemente presente
en la piel de un personaje inventado
con el que torpemente nos identificamos
y desde el que erróneamente decidimos la vida.

Retiramos la atención de los pensamientos,
que es donde está el ego y flop! ...desaparece.

Volvemos la atención a los pensamientos
y ahí está otra vez donde lo dejamos.