Cuando nuestras creencias
nos benefician,
nos benefician,
hay que dejarlas donde están.
Pero cuando no,
hay que cambiarlas.
hay que cambiarlas.
Y la mejor manera de hacerlo
es perseguirlas hasta su origen.
Porque todas parten
de una tontería
de una tontería
y una tontería no puede
sostener una creencia
que perjudique nuestra vida.
sostener una creencia
que perjudique nuestra vida.