905.- Como es.



Vivimos innecesariamente insatisfechos
dando credibilidad al discurso del intelecto
que nos dice que nos falta todo aquello
que deberíamos tener.

Que no estamos donde deberíamos estar,
que no nos rodean las personas
que deberían estar junto a nosotros,
que no estamos haciendo
lo que deberíamos hacer,
o que no somos lo que deberíamos ser.

Y basados en esa creencia,
que es un lamentable error,
salimos al mundo a buscar lo que nos falta
y a tratar de cambiar
todo lo que no está en su lugar.

Inútil esfuerzo que aunque parezca dar resultados,
estos son siempre pasajeros y efímeros,
pues el mundo no deja de cambiar.

Sin embargo,
si retiramos la atención del intelecto
y nos abandonamos por completo y sin miedo
al instante en el que estamos.

Todo se muestra como es
y en su espontaneidad
encaja perfectamente.

Entonces la certeza de que nada
nunca nos faltó o nos sobró
y de que todo es lo que es
y está en su lugar.

Nos brinda el gozo y la felicidad
que solo creímos haber perdido
porque estábamos permanentemente
atendiendo a las tribulaciones absurdas
del funcionamiento normal del intelecto.