879.- Tanto.



Me ha dado tanto la vida,
que si hubiera podido guardarlo.
 
Habría necesitado
todos los mares
para amontonarlo.
 
Todos los amaneceres
para iluminarlo.
 
Todas las nubes
para cubrirlo.
 
  Y todo mi tiempo
para disfrutarlo.

Pero como todo desaparece
al caer en el vacío
de mi naturaleza
y no deja más huella
que un recuerdo.
 
No necesito nada
para conservar nada
en ningún sitio.

Dando sin dar,
la vida
me lo sigue dando todo.