874.- Sensación de ser.



Si profundizamos
en nosotros mismos
hasta el final
no encontraremos nada.

Porque somos
ese proceso de percibir,
de darse cuenta,
que no se detiene jamás.

Al expresarlo formamos
ciertas características
que corresponden
con nuestras tendencias
más profundas 
y constituyen nuestro carácter
y nuestra personalidad,
pero no son nuestro yo.

Somos el vacío
que está detrás.

Por eso,
si a lo largo de la vida
alguno de los rasgos
que usamos nos molestan,
se cambian y en paz.

No hay que defenderlos
como parte de nosotros,
porque lo único propio que tenemos
es esa profunda sensación de ser
que ni siquiera es nuestra.